Pocos pintores simbolizan la esencia del ser humano con tanta naturalidad y respeto como lo hace el ecuatoriano de nacimiento y panameño de corazón Fernando Toledo. Lo que más impresiona en su obra es su interpretación del hombre. Ahora tenemos a nuestra disposición la hermosura de sus obras en la Galería Arteconsult, hasta el 5 de agosto, en la exposición "Señal Particulares".
Según la reconocida crítica de arte Mónica Kupfer en las obras de Toledo es persistente la manifestación de figuras verticales que a lo largo de su desarrollo artístico han experimentado una curiosa metamorfosis. Parecen palmeras, postes de luz, personas, palos, columnas o tótems.
Fernando Toledo, quien nació en Cuenca, Ecuador en 1962 y desde 1991 reside en Panamá, nos ofrece un mundo seductor, fecundo de símbolos y alegorías. Leemos las historias en sus imágenes porque contienen narraciones pictóricas en un lenguaje visual que nos es común a todos, como si surgiera del inconsciente colectivo, nos señala Kupfer.
Ha tenido presentaciones en República Dominicana, Ecuador, Colombia y Centroamérica, causando impacto en cada una de ellas. A menudo, rodea sus figuras de auras de color, a veces luminosas, y otras veces casi aromáticas, como si los pensamientos flotaran justo al margen de los cuerpos. Se trata de un manejo sensorial del color en obras que denotan un oficio cultivado a través de los años. Hay una predilección por los rojos de sangre. Expresa lo que le rodea, por esto en sus obras actuales ha incluido el comentario político y la metáfora como protesta social. Por ejemplo, presenta árboles como símbolos del nepotismo, de cuyas ramas surgen hombres-parásitos; retratos de siluetas llenas de espinas, sugerentes y reflexivas (pintadas sobre espejos) que describe irónicamente como "honorables"; figuras humanas con dos corazones, que aún así no siempre despiertan sospechas.
EL ALEMÁN GUSTAVO RAU IMPRESIONA A LOS COLOMBIANOS
Más de 15.000 personas han abarrotado en las últimas dos semanas la Casa de la Moneda del Banco Central en Bogotá, para presenciar la colección de pintura del pediatra alemán Gustav Rau, la segunda más importante del mundo, con seis siglos de arte europeo.
El Museo Nacional de Colombia presenta la fabulosa colección itinerante desde el pasado 28 de junio y hasta el 15 de septiembre en la Casa de Moneda del Banco de la República.
Organizada en colaboración con el Museo de Luxemburgo de París, La Embajada de Francia en Colombia y El Museo Nacional, la exhibición de las obras de Gustavo Rau permite dar un recorrido a través de seis siglos del arte europeo, celebra e impone a la atención del público la figura de Rau, su pasión por el arte y su gran espíritu humanitario. |