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Todos tenemos derechos a reiniciar nuestra vida amorosa. Pero ¿cómo explicarles estos a los hijos, si el motivo de la separación ha sido la muerte?  |
"Tengo siete años de estar viuda y dos y medio de estar saliendo con un señor igual a mí, pero no es tan fácil como parece. Tengo tres hijos un adolescente y unas mellas de 24 años, que no permiten mi relación, porque dicen que le debo respeto a su padre, que ni siquiera me respetó en vida.
Esta situación es muy dura, ya que mi novio y yo queremos formalizarnos para vivir juntos, pero mis hijos me pusieron a escoger entre ellos o el "intruso". Comentó Inés mientras recorría lentamente su mirada en Ricardo (el noviecito), y con una ternura increíble Ricardo le tomó su mano y la besó con cuidado.
Según Julieta Lao, psicóloga y terapeuta familiar, las viudas tienen derecho de rehacer su vida, aunque sus hijos no estén de acuerdo con esto, y cada mujer sabrá el tiempo necesario que debe esperar para vivir con una nueva pareja o ser novios.
La obligación de estas madres radica en sentarse a conversar con sus hijos y explicarles la situación, "Yo quise mucho a tu padre pero ya murió y me gustaría rehacer mi vida con esta persona, la cual quiero que conozcan..."
Mencionó que ya explicada la situación, puede pedir opiniones a sus hijos pero al final es ella quien debe escoger lo que realmente quiere y le conviene.
La situación se torna más difícil cuando son adolescentes o adultos, ya que las retan y las ponen a escoger. Es aquí donde deben estar seguras de lo que quieren, porque sino se puede sentir muy culpable por la muerte de su esposo, un poco confusas y pueden llegar a pensar que lo estan sustituyendo.
Recomendó que cuando una mujer se siente muy culpable de lo que diga la gente, lo adecuado sería darle un tiempo a esa nueva relación; ya que no hay un amor bien fundamentado con esa persona y podría convertirse en un trauma vivir con ese fantasma.
Al igual que debes dejarles bien plasmado a tus hijos y a la nueva adquisición que él no sustituirá el lugar de su padre y que los recuerdos de papá siempre se mantendrán vivos en el hogar, como las fotos y experiencias, entre otras.
El papel de esta persona va ser el de padrastro, la palabra que casi todo los niños odian, y desde un principio podría ser que tus hijos lo empiezan a aborrecer, retar o desobedecer por nada en especial.
Aseguró que en este caso lo mínimo que se debe exigir a ambas partes es respeto, que significa valorar los gustos de cada uno y que el señor sepa que la familia tiene tradiciones y no puede venir a cambiarlas. |