Las nuevas metodologías aplicadas a la producción, aunado a un mundo cada día más competitivo y la aparición de una gran cantidad de fenómenos atmosféricos hacen que cada día los productores del país, así como los que se inician en estos menesteres abran las puertas a nuevas alternativas para la producción, tal como lo han hecho un grupo de emprendedores estudiantes universitarios que apoyados por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y la Misión China, llevan a cabo uno de los módulos experimentales de plasticultura.
Según el director nacional de desarrollo rural del MIDA, Bruno Mójica, esta técnica se basa principalmente en la construcción de instalaciones para albergar el producto sembrado, instalación en la cual la planta será aislada de una serie de elementos naturales que la pueden afectar.
La plasticultura es la utilización de plástico para mantener la planta en un ambiente controlado, en el cual se le previene el exceso de humedad, se controla la temperatura, se maneja la fertilización para garantizar que tenga un desarrollo pleno sin que se encuentre con una serie de barreras que muchas veces las afectan.
Mencionó además que en este lugar se protege de insectos, hongos y demás patologías, que de manera continua causan grandes pérdidas a la producción cuando se trabaja en condiciones normales.
En este momento en Veraguas existen 5 módulos experimentales, los cuales son el plan piloto, del cual se pretenden obtener los mejores resultados para que esta tecnología sea aplicada en el país para beneficio de la mayor cantidad de productores posible.
Uno de los estos módulos es precisamente el confeccionado por un grupo de tres estudiantes que cursan el quinto años de la Licenciatura en Ingeniería Agrícola de la Universidad Tecnológica en Veraguas, los cuales aceptaron el reto de llevar adelante este proyecto que aplicando nuevos conocimientos busca optimizar la producción.
Entre este grupo de estudiantes conversamos con Franklin Camarena, quien afirmó que en la búsqueda de nuevas tecnologías aplicadas al área en la cual se desempeñan decidieron llevar adelante este proyecto, que implica proteger el cultivo, en este caso tomate, de todos aquellos factores que le puedan ser nocivos o adversos, para traducir estos cuidados en un mayor rendimiento.
Destacó que uno de los principales factores que les llamó la atención es que el producto puede ser sembrado fuera de la época tradicional, con resultados muy favorables en lo que es la producción, lo cual se traduce en mejor comercialización del mismo.
El joven estudiante expresó que según la asistencia técnica que han estado compartiendo, esta misma tecnología puede ser aplicada a otros rubros como el ají, cebollina y otros rubros que son de gran rentabilidad para quienes lo producen. |