 |
A la hora de exportar los recipientes forman parte importante en este proceso ya que ayudan a que los productos duren más.  |
Uno de los elementos más importantes y que en ocasiones pasan desapercibido son los envases. A continuación detallaremos algunas de sus cualidades a la hora de hora de exportar y que los hace imprescindibles: La principal función de los envases o empaques es preservar por un período relativamente largo para que no se altere ni afecte.
En relación a los productos lácteos, el envase los protege contra la recontaminación microbiana externa, de los efectos del oxígeno, la luz, de la humedad, de la radiación, del sol, del calor, y contra la perdida de la humedad. También evita cristalizaciones del azúcar e impide la deshidratación del producto.
A las frutas de hortalizas, las protege contra daños mecánicos contra la humedad, deshidratación y favorece la transferencia de gases necesarios o producidos por el metabolismo propio.
En cuanto a los mariscos y pescados en conserva, los envases los protegen de la contaminación microbiológica, evitan cambios en el producto, permiten calentarlo en su propio envase, su esterilización y son fáciles de abrir para el consumo. Las pulpas de frutas se transportan adecuadamente en los envases y estos también impiden su recontaminación, la acción de la luz, del oxígeno y gases. Además permiten el desarrollo de los procesos de producción durante su elaboración y no producen reacciones con el producto que contienen.
Otro producto que se beneficia con los envases son los jugos de frutas, los envases los protegen durante el almacenamiento contra la acción del oxígeno, también impiden el paso de la humedad, actúan como barrera de paso de gases y evitan la recontaminación por microorganismos. En las mermeladas, evitan el paso de la humedad y los cambios, protegen la recontaminación microbiana y permiten su fácil apertura y cierre.
Para los aceites comestibles se convierten en protectores contra la entrada de humedad, son impermeables a los aceites y grasa y evitan goteos y derrames. Las margarinas y mantecas, por otro lado no se enrancian gracias a estos envases sirven de barrera para evitar el paso de olores extraños, gases, oxígenos y luz. También las protegen contra la humedad, le dan forman y facilitan su uso en la mesa.
En cuanto a cereales y derivados, los protegen contra insectos, roedores, humedad y materias extrañas, contra perdidas por manipulación e impiden crecimiento de hongos. Por último las bebidas, vinos y licores, logran conservar su aroma y sabor con los envases. |