Las irregularidades que cometen ciertos miembros de la Policía Nacional (PN) son producto de la ausencia de Dios en la vida de los uniformados, además muchos están en el servicio por necesidad y no por vocación, reveló el capellán de la institución a nivel nacional, Marcos Escobar.
Recientemente el propio director de la PN, Carlos Barés, señaló que en la institución a su cargo hay policías "delincuentes" y "coimeros" a quienes trata de sacar, pero se le hace difícil.
El sacerdote Escobar que tiene la misión de confesar, orientar y dar homilías para unos 17 mil uniformados, reiteró "que hay una necesidad de Dios dentro del personal uniformado".
Destacó que muchos miembros profesan otra fe distinta a la católica (religión oficial del país) y resaltó que muchos uniformados están en la institución no por vocación sino por necesidad, condición que puede llevar a cometer ciertas "irregularidades".
Añadió que tanto hombres como mujeres lo consultan a diario para confesarse, lo que indica la necesidad e inquietud de "corregir ciertas situaciones". El prelado explicó que su función es orientar moralmente y cristianamente las actuaciones de los policías. |