La Bahía de Panamá está localizada al sur de la ciudad capital, extendiéndose desde la costa hasta una línea imaginaria de aproximadamente 4km mar afuera. Se inicia en la desembocadura del río Tocumen hasta la Punta Chumical en el corregimiento de Veracruz. Anteriormente, la Bahía de Panamá fue un importante centro de recreación, visitado por muchos turistas, sin embargo, desechos de diferentes orígenes son recibidos en la bahía y del golfo de Panamá. La fuente de los desechos es básicamente orgánica e industrial, y en segunda instancia, agrícola y minera (Cabrera, 1992).
Según Cabrera, 1992; la Bahía de Panamá, recibe la influencia de los distritos de Chame, Capira, La Chorrera, Arraiján, Panamá, San Miguelito, Chepo, Taboga y Chimán. Los distritos de Panamá y San Miguelito, con poblaciones de 590,000 y 245,000 habitantes respectivamente, concentran el tipo de industrias de alimentos, tales como corrales avícolas, porcinos, ganadero, mataderos, procesamiento de aves, harinas de pescado, manufacturas de productos lácteos, conservas de frutas y verduras, producción de bebidas gaseosas. También la producción de alcohol, la manufactura de productos farmacéuticos, químicos, jabones limpiadores y la manufactura de vidrio, cuero, pintura, laca, contaminaciones producidas por termocentrales y petróleo, entre otros. Estos desechos son vertidos en los ríos Tapia, Juan Díaz, Río Abajo, Matasnillo, Chilibre, Chilibrillo, Tocumen, Matías Hernández, Río Caimito, y finalmente son descargados en las aguas de la Bahía de Panamá.
Llegan también a la Bahía de Panamá 20 unidades de alcantarillas de la ciudad de Panamá, 11 unidades de desechos líquidos combinados, las cuales no reciben tratamiento previo. Todo esto ha alterado la calidad de las aguas y la situación sanitaria, a tal punto que en algunos sectores se ha llegado a contabilizar hasta 160,000/100ml de bacterias coliformes. El parámetro establecido en las normas de calidad de las aguas establece que el conteo de bacterias coliformes fecales no debe superar los 200/100ml., para posibilitar así el uso recreacional de las aguas y el desarrollo normal de la flora y fauna marina.
Esta contaminación es un foco de contagio de hepatitis, gastroenteritis, y enfermedades diarreicas y ha aumentado los riesgos de cólera. Siendo esto así, es apremiante la disposición y ejecución de medidas y políticas que detengan tal grado de contaminación.
PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES
Es cierto que han existido propuestas para detener este flagelo de la contaminación de la bahía, pero consideramos que es de suma importancia una educación ambiental desde los niveles escolares iniciales a los más superiores, así como también una educación ambiental para todo tipo de público. Podríamos recomendar la construcción de plantas de tratamiento y que éstas estén localizadas en los puntos más críticos para tratar las aguas procedentes de dichos afluentes. Dotar el área suburbana de la ciudad capital de un moderno sistema de alcantarillado. De tal manera que permita recoger todas las aguas que descargan en la bahía y su conducción a un punto localizado en el área de Boca la Caja, mediante un sistema de tuberías interceptoras, estaciones de bombeo y tuberías de impulsión para su posterior tratamiento y disposición final al mar a través de un emisario submarino de cuatro kilómetros de longitud. Recomendamos que se realicen todos los estudios y consultas necesarias. Es decir consultar con todas las entidades de gobierno y privadas interesadas y conocedoras de dicha problemática. Y también hacer todas las consultas al nivel internacional, por ejemplo, países vecinos que han pasado por una situación igual o peor, como es el caso de Cuba y cómo ellos lograron sanear su bahía.
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