|
Para quienes se dedican a la ganadería el mantener a sus animales sanos es una prioridad, por lo que la aparición de cualquiera enfermedad representa una perdida de tiempo y dinero. Uno de los trastornos que es propio de los terrenos húmedos y que causa gran preocupación es la pierna negra, por lo peligroso que resulta este mal para las poblaciones bovinas.
La pierna negra se presenta usualmente al inicio de la época de lluvias, es producto de una bacteria llamada clostridium chauvert. La misma se introduce en el animal por la boca, se presenta esporádicamente y es propia del ganado vacuno, aunque se da en menos casos en los ovinos.
Dentro de sus principales síntomas se encuentra la fiebre, la rigidez de movimientos y las cojeras. También se observan inflamaciones dolorosas en zonas como la cadera y muslo. Al cabo de unas horas estas áreas se enfrían y pierden sensibilidad. La musculatura afectada adquiere un tono rojizo oscuro, con un aspecto esponjoso y seco. El olor que desprende es parecido al de la mantequilla rancia y el proceso de descomposición es muy rápido.
Este padecimiento se desarrolla velozmente y no se restringe a un solo animal. Cuando se detecta un enfermo, existen muchos más en las etapas tempranas del mal. Frecuentemente los bovinos afectados por la pierna negra se encuentran en edades de seis meses a dos años, aunque puede ocurrir en terneros de seis semanas de nacido o tan viejos como de 12 años de edad.
Todos los cadáveres resultantes de un brote de pierna negra, deberán ser incinerados tan pronto como ocurra la muerte, para evitar que se difunda. Si los casos son detectados al principio de la enfermedad, los afectados puede que respondan al tratamiento inmediato de penicilina u otros antibióticos en grandes dosis.
Para prevenir la pierna negra es indispensable que los animales que se encuentren entre los uno a tres meses de nacidos sean vacunados con bacterinas. La segunda dosis debe suministrarse a los seis meses. Para asegurar la inmunidad, deben ser reinyectados anualmente hasta cumplir los tres años de edad. Es muy importante que consulte a su medico veterinario o acudir a su oficina del Ministerio de Desarrollo Agropecuario más cercana para cualquier información ya que de ello depende la salud de su hato. |
