La comunidad francesa en Panamá celebró con normalidad el 213 aniversario de la Toma de La Bastilla, pese a la noticia del intento de asesinato del presidente galo, Jacques Chirac, ayer, durante el desfile militar en París.
Un francotirador trató de disparar contra el mandatario francés, que encabezaba el gran desfile militar de los Champs Elyssé, en un auto descapotable. Bernandette Chirac, la esposa del presidente galo, dijo que "se trataba de un atentado terrorista".
La policía y la gendarmería galas detuvieron al atacante, Maxime Brunerie, de 25 años, quien es un simpatizante ultraderechista. El individuo utilizó un estuche de guitarra para esconder un rifle de cacería, del cual sólo pudo disparar una vez. Todos se preguntan cómo pudo burlar el operativo de seguridad.
El ministro francés del Interior, Nicolás Sarkozi, dijo que se trata de un "militante de movimientos neonazis".
Por su parte, Jean-Marie Le Pen, líder del Frente Nacional -de extrema derecha-, negó que haya una conexión entre su partido y el presunto agresor, y condenó "todo intento de asesinar a representantes del Estado".
Mientras tanto en Panamá, el embajador francés Patrick Boursin, reiteró que Francia acaba de demostrar al mundo su rol como nación defensora de la libertad, al impedir que el racismo, la xenofobia y el antisemitismo, se apoderaran del país y destruyeran la democracia. |