INQUIETUDES
El cine, los "comics" y la penetración cultural
Ya no hay en los cines Noches de Banco
y los populares Wahoo
Antonio Díaz
Crítica en Línea
En los años cincuenta,
cuando el país se manejaba con otra moral, había una juventud
más sana con principios e ideales. Por esos años, nadie pensaba
en drogas, en tráfico de estupefacientes ni en lavado de dinero.
Un elemento estigmatizado por la sociedad era el que fumaba canyac o
hierba santa. Ser "canyaccero" equivalía a estar marginado
de todos los círculos sociales.
La diversión de la muchachada era el cine. Como todavía
no se había inaugurado el cine Bella Vista, que fue el primero de
la "high society", el público citadino acudía a
los cines Presidente o Central, entre otros que presentaban espectáculos,
ya que tampoco la televisión había llegado a Panamá.
Los jóvenes de esa época nos divertíamos con las
películas y los pasquines de Roy Rogers, el rey de los vaqueros.
Este personaje era el favorito de los cinéfilos porque luchaba contra
los contrabandistas de armas y junto con su caballo "Gatillo",
era el preferido de las aventuras contra los abigeatos.
Quizás a esta generación no les diga nada el nombre de
Roy Rogers y su mujer Dale Evans, pero ellos dominaron por décadas
los escenarios cinematográficos y las pantallas de Latinoamérica.
Roy Rogers no era el único vaquero. Estaban Gene Autry, que se
hizo famoso también como cantante con el éxito "Riders
in the sky" que cantó en la película "Fantasmas
de la sierra". Autry después fue el dueño del equipo
de liga Mayor Serafines de California.
Volviendo con los vaqueros de ayer, brillaron también Allan (Rocky)
Lane, Red Ryder y su acompañante Osito; Bill Elliot, Johny McBrown,
Tom Mix, y Hopalong Cassidi, cuyo nombre era William Boyd. Yo lo vi en una
ocasión cuando vino a Panamá en una visita turística.
Las películas de vaqueros contra bandidos tenían un mensaje
del triunfo del bien sobre el mal. Sin embargo, estas películas y
pasquines se dañaron cuando los politizaron, aunque no fue el caso
de los vaqueros porque ellos, como actores, decidieron proteger su identidad.
"El Fantasma", que era un "comics" favorito de los
periódicos, lo emparentaron con Cristóbal Colón, Shakespeare
y otros personajes históricos en tamaña irreverencia. Al detective
Dick Tracy lo pusieron a viajar a la Luna y lo mezclaron con grotescos personajes;
al Halcón Negro lo convirtieron en un rabioso anticomunista, ya que
eran los años del macartismo en todo su apogeo. Eso hizo que muchos
jóvenes perdieran la ilusión y el derroche de heroísmo
que se proyectaban a través de estos "comics" y películas
y que eran una forma insospechada de penetración cultural.
El cine, posteriormente, no escapó de la manipulación ni
de este lavado cerebral. Se proyectaron unos episodios titulados "Batman
contra el imperio maldito", que era el Japón que en esos años
era enemigo de las democracias occidentales. Muchas películas promocionaron
el odio a los pieles rojas "inferiores" de las naciones sioux,
cheyennes, seminolas, apaches y otros exaltando a Custer y minimizando a
"Toro Sentado"y "Jerónimo".
Ya no exhiben películas de vaqueros de la época de Roy
Rogers. Ni siquiera están en los videos. Sin embargo, percibo una
actitud de falta de héroes en el público norteamericano, ya
que han sido éxitos de taquilla películas de ficción
como Supermán, La Guerra de las Galaxias, Godzilla, Jurasic Park,
Batman Forever, etc. y seguirán de Flash Gordon, Marvila, Spy Master,
y otras de bajo nivel intelectual, pero que hacen derroche de tecnología.
En Panamá han ido desapareciendo cines de segunda categoría,
así como en Colón, Chitré, David y otros pueblos del
interior. Sólo en la televisión veremos, de vez en cuando,
alguna película de vaqueros y de la época de Jonn Wayne. Pero
es necesario decirle a los jóvenes de hoy que hubo una época
que la entrada a los cines costaba diez centésimos de balboa (Cine
Ancón) y daban dos películas, cómica, noticiero y repartos.

|



|
AYER GRAFICO |
Ismael Laguna, el tigre colonense, falla en su pelea con Ken Buchanan. |


|