REFLEXIONES

Reflexiones Humanas


Raymundo A. Moore W.

En forma sintetizada, transcribo a continuación, parte del texto que conforma el cuerpo de articulados de la Declaración de los Derechos Humanos, a saber:

  • Artículo 18: "Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y conciencia..."
  • Artículo 19: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión..."
  • Artículo 23, Numeral 1: "Toda persona tiene derecho al trabajo..."
  • Artículo 23, Numeral 2: "Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual..."
  • Artículo 26, Numeral 2: "La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales..."

Creo que con lo anterior en nuestras mentes, hemos de trazar un buen marco para lo que sigue a continuación.

Los sindicatos, sus dirigentes y afiliados en general, se organizan en virtud de constituirse en los legítimos defensores de los derechos e intereses comunes de cada uno de los así agremiados.

Desafortunadamente, sin embargo, hay sectores que actúan como camaleones, es decir que cuando las cosas marchan "a pedir de boca", el colectivo obrero es "lo mejor del patio", pero cuando llegan los días difíciles (como irremediablemente llegan en su momento), entonces aparece un gusano "pagado sindicalista" en busca de quien "pegarles las pulgas" al perro más flaco, siendo en este caso el o los dirigentes.

Ese parece ser el triste final de lo que fue la recién pasada huelga de los trabajadores de la Chiriquí Land Company, en donde el sindicato de dicha empresa -el SITRACHILCO- llamó y mantuvo una huelga por un período superior a los cincuenta días.

Sin embargo, hoy vemos que no sólo el Ministerio de Trabajo culpa al dirigente José Morris, Secretario General de la referida organización sindical, por el desenlace que tuvo la huelga, sino que también lo hacen algunos sectores de los agremiados en SITRACHILCO, quienes sin ningún sonrojo, apuntan su dedo índice hacia este valiente dirigente, error éste que se hace aún más evidente cuando vemos (lo que para mí fue una infame campaña), que un obrero cesado (?) de la Chiriquí Land Co., se "queja" ante las cámaras de televisión de haber quedado sin trabajo por culpa de la huelga, transmitiendo el sutil, pero bien claro mensaje que su "desgracia" se la debe al dirigente Morris, rebajándose al protagonista de ese "show televisivo" en manifestar que él aceptaría trabajar (de nuevo) con la empresa hasta por una rata ¡inferior! al que ganaba antes de la huelga. Esto es bajo... esto es infame, y sobre todo, una clra muestra de inmadurez sindical (poco menos que una traición).

Debe entenderse que ser sindicalista y estar sindicalizado, conlleva un claro precepto de lucha, sacrificio, persecución, cárcel, destierro, y, en algunos casos, hasta muerte, y el trabajador se equivoca si piensa que la cuota que paga es suficiente (porque no lo es) para garantizarle la estabilidad y las comodidades a que tiene derecho. Por ello, es necesario, imperativo y obligatorio, que la dirigencia y las autoridades sindicales intermedias, reciban de sus bases el irrestricto apoyo y solidaridad que el momento demanda a ellos, conscientes del riesgo que tales luchas involucran. Pretender no entender esto y hacer lo contrario, es sencillamente ser un OPORTUNISTA PELECHADOR, afiliado con el único y denigrante propósito de "vivir" de su sindicato.

Intuyo, sin embargo (ojalá esté equivocado), que en el movimiento huelguístico en referencia, promovido por SITRACHILCO, hubo una profunda y mal intencionada manipulación, donde más pudo el poder económico que el poder de la razón, lo que mueve al suscrito a creer que lo de hoy tenga que ser interpretado como una tiranía estatal que está resultando ser peor de lo que fue la dictadura militar de ayer, demostrando con ello que todos los extremos son malos, o sea que tanta dictadura como tiranía, no han permitido, y siguen sin permitir, que en Panamá se viva una democracia como realmente merece ser vivida por todos los panameños.

Mis respetos al dirigente José Morris, a su Junta Directiva y a todos los de su gremio quienes todavía creen en un sindicalismo puro y sin injerencias de ninguna índole. ¡u Revoir!

 

 

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Ismael Laguna, el tigre colonense, falla en su pelea con Ken Buchanan.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, promuevo riñas escolares en las paradas.


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