Al caer la penumbra, varias avenidas de la ciudad capital continúan siendo convertidas en pistas de carreras de autos por algunos conductores.
Según denuncias que han llegado a esta Redacción, la Calle 50 y la Cinta Costera son utilizadas por conductores inescrupulosos para potenciar la velocidad de sus carros modificados.
Las carreras clandestinas, según los denunciantes, ponen en peligro la vida tanto de los corredores aficionados, como de cualquier persona que se les atraviese en el camino.