Una tensa calma se vivió ayer en Bocas del Toro, tras diez días de violentos disturbios que han dejado dos muertos y oficialmente 125 heridos.
La noche del sábado, tres autos del Ministerio de Trabajo y dos del Ministerio de Vivienda fueron quemados por manifestantes.
Algunas vías en Changuinola han sido parcialmente despejadas y se abrió el puente sobre el río Changuinola, que estuvo diez días cerrado.
Hasta ayer en la noche, negociadores del Gobierno, entre ellos 7 ministros y los sindicalistas, negociaban el fin de las hostilidades. Entre los términos que se negociaban, estaban la suspensión de 3 artículos de la Ley 30, la liberación de todos los obreros detenidos y la no represalia contra ellos.