Italia se impuso 2-0 a Estados Unidos en la final del Mundial de Fútbol para presos celebrado en una cárcel de máxima seguridad de Tailandia en paralelo al torneo de Sudáfrica, informó ayer la prensa local.
El triunfo italiano en la notoria prisión de Klong Prem en Bangkok fue pronosticado con acierto por su mascota, la cobaya Paula, según el diario "The Nation".
A la tercera edición del torneo, que se organizó por primera vez en 2002, se presentaron 16 equipos con siete jugadores y dos técnicos seleccionados de entre los más de 10.000 extranjeros de 90 nacionalidades encarcelados en Tailandia, la mayoría por tráfico de drogas.
Según las autoridades de la cárcel, la competición mejora el comportamiento de los reclusos al incentivar la buena conducta entre ellos.