Argumentando que los disturbios en Changuinola fueron "producto de la desinformación y una serie de mentiras", el presidente Ricardo Martinelli advirtió ayer en conferencia de prensa que no se derogará la polémica Ley 30, motivo de las tensiones entre el Gobierno y el sector sindical del país.
"La intransigencia de un grupo de sindicalistas no puede acabar con la industria bananera en Changuinola", dijo el Presidente, quien hizo un llamado para que se mantenga el diálogo.
"La ley no se va a derogar y se interpretará tal cual indica la normativa, porque no afecta los derechos laborales y sólo les da la opción a los trabajadores, entre otros puntos, a decidir si quieren pagar cuota sindical o no", reiteró.
