Más de 20 millones de hinchas siguieron los partidos del Mundial en las llamadas "fiestas de los aficionados" - espacios públicos donde se podían ver los encuentros en pantallas gigantes de televisión - en las doce ciudades alemanas que fueron sedes oficiales del campeonato.
De todas ellas, la que ha tenido más éxito ha sido "la milla del aficionado" de Berlín, un trayecto de 2, 5 kilómetros de largo que discurría por la Avenida 17 de Junio, entre la Puerta de Brandeburgo y la Columna de la Victoria. En el lugar por donde antes pasaba el Muro de Berlín, acudieron a ver los partidos durante el campeonato un total de 9 millones de aficionados.