Venezuela criticó la misión del saliente embajador de EE.UU. en Caracas, William Brownfield, y la tildó de "fracaso". Brownfield fue acusado de intentar socavar la autoridad del presidente venezolano Hugo Chávez, durante sus tres años de misión en Caracas.
El ministro de Exteriores del gobierno "bolivariano", Nicolás Maduro, advirtió que el embajador saliente era un factor "desestabilizador" que llegó a Venezuela con una sola intención: "perturbar e inmiscuirse".
Si su propósito era "ayudar al derrocamiento" de Chávez, dijo el canciller, "ha fracasado".