"Sentí un gran temor al revivir lo que pasó esa tarde del 23 de octubre", así recordó la enfermera Lidia Atencio los sucesos que se dieron ese día cuando las llamas calcinaron a 18 pasajeros del autobús 8B-06 y la dejaron a ella y a Luis Contreras con quemaduras en el cuerpo.
Atencio, quien no se atrevió a subirse en el bus gemelo del 8B-06, el cual ha sido utilizado para la reconstrucción de los hechos, por temor a entrar en una crisis de nervios, sustentó que lo único que esperan es justicia y que se castiguen a los verdaderos culpables de la tragedia.
Ella fue una más de los testigos que dieron su versión de lo que sucedió aquel lunes del mes de octubre.
Los testimonios de la mayoría de los sobrevivientes de la tragedia del 23 de octubre del 2006 tienen un punto en común: el bus se recalentó antes de entrar al Corredor Norte, y en La Cresta se incendió.
En el segundo día de la reconstrucción de los hechos, la primera de los testigos fue Margarita Ramos, quien al recordar los hechos que se dieron esa tarde entró en crisis, rompió a llorar y exigió justicia.
Ramos reiteró que el bus se sentía caliente, pero tanto el conductor Próspero Ortega como el "pavo" optaron seguir su camino, lo cual llevó al desenlace fatal.
Otro de los testigos: Cornelio Rivas, reiteró que ayudó a salvarle la vida a unas dos personas cuando al encontrarse cerca del lugar y ver que el bus ardía en llamas, consiguió un palo "2x4", con el cual golpeó varias ventanas y pudo conseguir que varios de los ocupantes lograran salir y escapar del fuego.
Otros que coincidieron con estas afirmaciones fueron Facundo Rodríguez, Edwin Espino, Elvin Collado y la señora Concepción de Ortega, cuya versión fue impactante.
"Desde que salimos de San Isidro, al bus no se le sentía el aire acondicionado. Todo el trayecto lo hicimos así. Hubo momentos en que algunos pasajeros abrían las ventanas para que entrara algo de aire. Las cosas sucedieron en segundos. Recuerdo que vi el humo que salía y de inmediato, como pude, saqué a mi nieta y luego salí yo", narró la sexagenaria, quien considera que ese día volvió a nacer.
Mientras que Edwin Jiménez, mecánico que "aparentemente" hizo las reparaciones al bus que provocaron que éste se incendiara, rindió su testimonio por más de tres horas, relatando cómo hacía los trabajos de mantenimiento de aire en el bus 8B-06.
NUEVA TESTIGO
Ayer apareció una nueva testigo, quien no estaba en la lista de los sobrevivientes que debían declarar. Vanessa Lee, una joven madre de dos hijos, pidió a la fiscal Cristina Cedeño que la incluya en la lista de los que deben rendir declaración por este caso.
El día de la tragedia, Vanessa fue la primera pasajera en intentar bajar del bus en la ave. Martín Sossa. Al pagar con 5 dólares, nunca recibió el vuelto de parte de Próspero Ortega, y recuerda con mucha claridad que el conductor le dijo que esperara para devolverle sus B/. 4.25, cosa que nunca hizo porque el bus se prendió en llamas y tuvo que correr para salvar su vida.
Vannesa, que ese día iba para una entrevista de trabajo, luego de que el bus se prendiera en llamas, retornó a su casa y luego fue al hospital Santo Tomás para ser atendida.
El accidente no dejó ningún tipo de secuelas en su cuerpo.
OPINION JUDICIAL
Los abogados Víctor Martínez, quien representa a la enfermera Lidia Atencio y a Luis Contreras; y Valentín Jaén, quien defiende a los hermanos Próspero y Ariel Ortega, coincidieron en que es necesario que se llame al proceso de Indagatoria a los representantes de la empresa F. Icaza y Cía, la cual vendió estos buses a varios transportistas.
Martínez denunció que un ex integrante de la directiva de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), Jacobo Batinobish, también aparece como socio de F. Icaza, lo cual a su criterio deja mucho que pensar.
Por su parte, Dionisio Rodríguez, abogado de la empresa F Icaza, solicitó que se descarte la opinión del Ing. Alcibiades Mayta, perito de la Universidad Tecnológica, quien ha señalado a la empresa como una de las responsables por traer al país y vender un bus que tenía defectos de fábrica y problemas electromecánicos.
En tanto, la fiscal Cristina Cedeño adelantó que aún tiene varios días para evacuar todas las solicitudes de indagatorias que pidió el juez del caso.