Desacertada en la definición y extraviada en su juego, a la Selección Nacional de Fútbol no le quedó de otra que resignarse a ser pisoteada por Guadalupe en su debut en el Grupo C de la Copa Oro de la Concacaf.
En una primera mitad chabacana, antiestética, perversa y carente de fútbol, los "Gwada Boys" lograron adelantarse, primero, gracias a un "horror" defensivo que aprovechó Loïc Loval y, luego, ampliaron ventaja, esta vez sí, con una joya de David Fleurival, quien con un derechazo, certero y al ángulo, batió a un impotente Jaime Penedo.
Lo cierto es que, en el primer tiempo, Panamá lució desdibujada. Gary Stempel apostó, y lo hizo mal: Armando Gun, en el lateral izquierdo, no dio empuje y, adelante, a José Luis "El Pistolero" Garcés se le mojó la pólvora. No había quién pusiese orden ni controlara la pelota en el medio sector. Panamá era un caos.
Finalmente, en la segunda etapa, Gary pensó, sacó a Ricardo "El Patón" Phillips e hizo ingresar al "Talentoso" Rolando Escobar, un buen jugador con muy mala suerte, porque cuando no lo dejan en la banca, lo sacan del partido en momentos cruciales (Guimaraes lo echó afuera ante El Salvador y ya se sabe la historia).
"Roli" manejó los tiempos, dio tranquilidad y profundidad a "La Roja", que controló la segunda parte, pero Garcés y Blas Pérez, erráticos en la definición, jamás hallaron la fórmula del gol para Panamá, que descontó a través de Nelson "El Ruso" Barahona.
Ahora, el jueves, nos tocará bailar con la más fea, México, conjunto ante el que Gary tendrá que replantear su estrategia y pensar muy bien a quiénes pondrá sobre el terreno de juego si de verdad pretende sacar el triunfo o, por lo menos, arrancar un punto.