El proyecto gubernamental "Calles Seguras" para encarar la criminalidad incluye reformas a la legislación de menores (Ley N°40) que podría contemplar que la edad de imputabilidad de los menores se reduzca de 14 a los 12 años, adelantó el ministro de Gobierno y Justicia, José Raúl Mulino.
Señaló que las múltiples reformas a la Ley N°40 contempló aumento de penas para menores de edad hasta los 14 años, dejando por fuera segmentos de delincuentes juveniles entre 10 y 12 años, edad que tienen varios que llevan asesinatos al hombro, y para quienes no existe "ni ley ni Dios".
"Si los organismos de derechos humanos nos caen encima por esta ley, yo encabezaré la primera marcha para ver si el país me respalda a mí y al presidente Martinelli que prometimos calles seguras a ellos".
Para Mulino el problema es grave y no se puede manejar con paños tibios o envuelto en una mascarada de derechos humanos. Indicó el funcionario que lo que se quiere es llevar al Consejo de Gabinete un borrador de lo que pudiera ser una reformulación de la política criminal en materia de menores y la penalización del menor como adulto.
El ministro dijo que los menores no serán enviados a cárceles de adultos, ya que en el área penitenciaria se estará entregando, para el mes de septiembre u octubre, un centro de cumplimiento donde habrá escuelas, sicólogos, siquiatras, todas estas personas que tienen la posibilidad de rescatar a los menores.
Mulino junto al director de la Policía Nacional, Gustavo Pérez, recorrieron la Cinta Costera y anunciaron la puesta en ejecución de un plan de vigilancia en dicho proyecto con la finalidad de proteger los nacionales y extranjeros, tras realizar un recorrido por esta área ayer domingo.
Estas máximas autoridades de seguridad determinaron designar tres grupos policiales entre ciclistas, motorizados y rondas a pie apostadas en los puntos sensitivos de la Cinta Costera, las áreas adyacentes al Hotel Miramar, así como en las canchas deportivas, parques infantiles, entre otros sectores del complejo turístico deportivo.
"Calles seguras fue una denominación de una gran estrategia de campaña para iniciar el manejo de la problemática de la seguridad ciudadana, pero es más que dos palabras, es una filosofía con una estrategia detrás, que consiste en el reforzamiento, elevación de moral, más salarios, dotación de equipo sino un compromiso del organismo de seguridad en la comunidad", expresó Mulino.
Mulino junto al director de la Policía Nacional, Gustavo Pérez, recorrieron la Cinta Costera y anunciaron la puesta en ejecución de un plan de vigilancia.