Millones de colombianos encabezados por el presidente Alvaro Uribe se tomaron al mediodía del jueves las calles del país para exigir a los grupos armados ilegales la liberación de todos los secuestrados y la entrega de los cadáveres de los muertos en cautiverio.
La movilización, sin precedentes en la historia reciente del país, se llevó a cabo en todos los rincones de Colombia, que a las 12:00 hora local (17:00 GMT del jueves) se paralizó durante cinco minutos para expresar su oposición al secuestro.
La paralización estuvo acompañada de campanas al vuelo en las iglesias, pitos, sirenas, gritos y hasta ollas, las formas encontradas por los colombianos para manifestar su repudio a los secuestradores, principalmente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Las manifestaciones, que llevaron ríos humanos a las calles colombianas, fueron convocadas la semana pasada por el gobernador del Valle del Cauca, Angelino Garzón, a raíz de la muerte de once de los doce diputados de ese departamento que las FARC tenían secuestrados desde el 11 de abril de 2002.
Según las FARC, los diputados murieron en un incidente armado.
PARALIZACION TOTAL
La respuesta fue contundente y en las capitales de departamento, en poblaciones medianas y pequeñas, los colombianos pararon.
Desde la Plaza de Bolívar, en el corazón de Bogotá, se armó una cadena humana de varios kilómetros de longitud a lo largo de la carrera séptima.