EDITORIAL
La sombra del terrorismo
Hace pocas horas se recibieron terribles noticias acerca de nuevos atentados terroristas que estremecieron a varios países en Europa y Asia, dejando luto y dolor a mucha gente.
Mientras un nutrido grupo de jóvenes participaban de un concierto de rock en Moscú, dos mujeres suicidas chechenas aprovecharon el momento para cometer un ataque terrorista, causando la muerte a 20 personas y dejando miles de heridos.
En Pakistán, la plegaria musulmana en una mezquita de Quetta se transformó en matanza, cuando otro célula extremista acribilló a feligreses de diferente creencia dentro del Islam de Mahoma. Más de 50 personas perecieron, entre ellos ancianos y niños.
La sombra del terrorismo internacional pulula sobre las naciones, cual demonio en busca de víctimas. No más hay que ver en los medios las claras advertencias que los mismos líderes de la muerte y del terror hacen en contra de sus enemigos ideológicos y religiosos.
Osama Bin Laden y Saddam Hussein se han vuelto, de la noche a la mañana, en las mala conciencias del extremismo radical musulmán, que luchan por crean un mundo a su mundo, gobernado por el miedo y la no tolerancia.
Ejemplo del miedo hacia el terrorismo está lo que ocurrió hace poco en Nueva York: a un sujeto se le olvidó llevarse su carro en un estacionamiento del Aeropuerto Internacional de la Gran Manzana, dentro del cual había un arma de fuego. De repente, los servicios de seguridad creyeron que se trataba de un móvil para atentar contra algún lugar en Estados Unidos. Todo fue una falsa alarma que cayó anillo al dedo por ser 4 de julio, día de la independencia en la Unión Americana.
Sin embargo, frente al terrorismo no hay que descuidarse. Hay que estar alerta. Al menos en Panamá, ya se adoptó una nueva legislación que penaliza con mayor fuerza el terrorismo.
PUNTO CRITICO |
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