Limpiabotas,
oficio y amarga realidad

Delsi Sánchez Madrid
Chiriquí EPASA
Se les localiza
generalmente en las entradas del parque Miguel de Cervantes Saavedra
en la ciudad de David y para algunas damas resulta casi una odisea
pasar sin ser objeto de piropos por parte de esos trabajadores,
quienes día a día se dedican a sacar de apuro a
uno que otro varón, que haya salido con los zapatos sucios,
nos referimos a los lustradores de calzados.
Personas de diferentes edades se dedican a esta labor y lo
más curioso del caso es que entre ellos mismos hay conflictos;
en algunas ocasiones se deben a la ubicación de cada uno,
otras a diferencias personales; sin embargo, ambos grupos dicen
ser mejor que el otro. Lo cierto es que a pesar de la fama que
se han ganado estos trabajadores, hay que reconocer que algunos
efectúan esa labor para llevar el sustento a su familia.
Adentrándonos a la realidad de esos humildes lustradores
nos percatamos que hay frustración en algunos de ellos,
debido a la poca importancia demostrada por los gobiernos de
turnos para mejorar las condiciones de trabajo de esas personas.
Según el vocero de los lustradores de calzados, necesitan
cajones de metal donde puedan guardar los artículos utilizados;
además, carecen de una organización, ya que actualmente
cualquiera puede ubicarse en el área destinada para esas
labores e iniciar su actividad.
Por otro lado, las constantes quejas que se dan de un grupo
hacia el otro, ya que según algunos trabajadores, en las
inmediaciones del parque se dan muchos actos ilícitos,
que en ocasiones son conocidos por las autoridades; sin embargo,
no se hace nada al respecto precisamente porque no hay una organización,
la cual implemente medidas para evitar que personas que mantienen
casos pendientes con la justicia no se amparen en la actividad.
Una fuente que no quiso revelar el nombre por temor a represalias,
dijo que actualmente hay un desorden entre los lustradores, ya
que entre ellos es muy común la territorialidad, por lo
que en ocasiones se han registrados reyertas entre algunos trabajadores.
Esto motiva la necesidad de reiniciar la organización,
la cual se conoció como "Limpiabotas del Parque de
Cervantes" (LIMPACE).
Al ser interrogados sobre la asociación, algunos con
indignación dijeron que aproximadamente unas 15 unidades
pagaron B/. 10.25 por un chaleco y un carné que los identificaba
como lustradores de calzados; sin embargo, la organización
como tal ya no existe y necesitan algunas mejoras para realizar
a actividad.
Inicialmente LIMPACE estuvo integrada por 27 lustradores de
zapatos, algunos de los cuales ya no ejercen la labor por diferentes
motivos y un poco cantidad se mantiene realizando el trabajo
en el Parque de Cervantes, donde cuentan con bancas de concreto
dispuestas para hacer el trabajo sin ningún problema.
No obstante, rechazan la construcción de casetas, por
considerar que las mismas servirán como refugio para personas
indeseables de la comunidad, quienes lógicamente al carecer
de un techo que los cobije se instalarán en dichos sitios
e invitan a la alcaldesa de David, Evelia Aparicio de Esquivel
a presentarse al área para entablar un diálogo
tendiente a buscar mejoras en las instalaciones de trabajo.
Con respecto al horario de trabajo, manifestaron que algunos
están en sus puestos desde tempranas horas de la mañana
y se retiran a altas horas de la noche con el dinero ganado durante
el día.
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