"El Fabuloso" un obrero del boxeo

José Edwin Sánchez M.
Crítica en Línea
Muchos atletas se dedican a una disciplina deportiva por amor, otros por hacer algo y otros que lo toman como una profesión. Este es el caso del prospecto Jairo "Fabuloso" Arango, quien trabaja más de siete horas diarias en busca de un solo fin: "ser campeón mundial". "Es un reto muy serio que tengo por delante, no es fácil, pero si pongo mi empeño y dedicación en juego, lo puedo cumplir", dice Arango, a quien se bautizó en el boxeo con el dote del "Fabuloso" por su estilo alegre y picante dentro del ensogado. Con 20 años, de los cuales unos nueve los ha dedicado a la práctica del boxeo, Jairo Arango es uno de los principales prospectos que tiene el pugilismo nacional y en su corta carrera de once pleitos, solo ha perdido uno de ellos y fue ante Edín Tejedor. "Esa pelea me dio mucha experiencia y aprendí la lección. Por fortuna me dio la revancha y le gané de manera convincente", relató Arango. Apoyado en un cien por ciento por su familia, el "Fabuloso" Arango espera darle grandes satisfacciones a la afición panameña y sobre todo a su entrenador Rigoberto Garibaldi, quien para el es como un "padre" en esta disciplina. "Gracias a Dios que tengo a una persona como Garibaldi en mi esquina, ya que el no es solamente mi entrenador. Es mi amigo, mi consejero y sobre todo es un padre para todos los que entrenamos aquí en el gimnasio", sustenta el "Fabuloso". Para el pequeño púgil que reside en Sta. Marta, distrito de San Miguelito, el día de trabajo inicia a las 5:00 de la mañana cuando sale a realizar sus trabajos de carretera. Después de una hora de carretera, inicia a eso de las 6:00 sus ejercicios físicos hasta las 8:30 a.m. Descansa unas horas y a las 11:30 está en el gimnasio de San Miguelito, donde trabaja junto a su entrenador por espacio de dos horas en ejercicios físicos y de guantes, en busca de las condiciones necesarias que le permitan llegar a plenitud a sus compromisos. "Es algo duro, pero así son los trabajos y cuando te decides por una profesión tienes que cumplir si quieras llegar lejos", destaca Arango, quien no muestra ningún tipo de arrepentimiento por la carrera que escogió. "Si llegó a ser campeón mundial le puedo ofrecer a mi familia un mejor futuro, y eso es lo que busco, devolverle principalmente a mi madre Sixta y a toda mi familia el apoyo que siempre me han dado en mi carrera", puntualiza Jairo, uno de los mejores prospectos que tiene el boxeo nacional en estos momentos. El lo sabe, el camino es duro, pero si pone su empeño y cuenta con la suerte que muchas veces le es negada a otros boxeadores, su sueño se puede cumplir. De él depende conseguirlo.
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