PIERLUIGI COLLINA
Pierluigi Collina, mejor conocido como "El silbato de oro", o como el E.T. hecho árbitro -por su particular cara- nació en Bolonia, Italia, en 1960.
"Arbitrar", según Collina, "es un ejercicio de valor y de coraje. Porque hace falta valor para decidir, tomar decisiones importantes en cuestión de segundos. El árbitro no debe ser el protagonista, pero sí debe ser un protagonista".
La receta de Collina, quien es contador, para un buen arbitraje: flexibilidad, rigor científico, dormir una hora de siesta antes del partido, vínculo cordial con los jugadores y evitar la autoridad gratuita.
Aunque muchos no lo crean, ya que expulsó a David Beckham en un lance del Inglaterra-Argentina disputado en el Mundial de Francia, ese es su jugador preferido.
La camiseta del astro británico ocupa un lugar de honor en la habitación de la hija del árbitro, envidia de las compañeras de clase, y un espacio preferencial en la amplia colección de los trofeos futbolísticos paternos.
Hizo un libro titulado "Mis reglas del juego", que abarca 200 páginas y representa un autorretrato bastante desinhibido del árbitro más famoso del planeta. Collina no tiene reparos en contar el episodio de alopecia -sobrevino a los 24 años, en cuestión de 15 días- ni elude haber vulnerado la ley en algunas ocasiones.
ANDERS FRISK
Anders Frisk, ciudadano sueco de 41 años y mechas rubias, nació el 18 de febrero de 1963. Es lo contrario de Collina. Las chicas suspiran por él y dicen que más que un árbitro parece un jugador más.
Frisk es de profesión agente de seguros. El árbitro de Gotemburgo, con experiencia en dos Copas del Mundo y 70 partidos internacionales, ha dirigido a España en tres ocasiones (tres empates).
Es internacional FIFA desde 1991. Es un árbitro de garantías. El colegiado sueco fue el encargado de dirigir la final de la Eurocopa de 2000.