La prostitución es la profesión más antigua del mundo. Casi siempre fue un negocio de las mujeres, pero ahora en ese mercado del placer han incursionado los hombres.
Crítica contactó a uno de esos prostitutos, quien se da a conocer por un medio que resulta fácil y a la vez oculto para muchos: los clasificados de los periódicos. A él, por razones obvias, lo llamaremos Mario.
ANECDOTAS DEL TRABAJO NOCTURNO
Mario estuvo al principio reacio a conversar sobre el tema, pero luego de asegurarle que para este reportaje su verdadera identidad no se requeriría, relató algo de sus experiencias, sus clientes y su modus operandi.
El joven comenta que lo hace por necesidad, ya que debe pagar sus estudios. Sus padres y ni su novia saben que se dedica a esos menesteres. "Yo les he contado que trabajo en una discoteca de noche, de esa manera ya no me están preguntando tanto", añadió.
El "puto" descubrió que en los clasificados de los periódicos podría darse a conocer y "mercadear" su producto. El ofrece servicios de masajes a domicilio, y si la cliente (porque nos aclaró que sólo atiende mujeres), solicita un servicio adicional, se lo da.
"Me ha tocado que me llaman y me citan en algún hotel (...) generalmente me llaman turistas, mujeres de negocios que están solas y quieren algo de sexo, y un relajante masaje".
"Yo nunca hago ninguna insinuación sexual, son ellas las que, sin darme cuenta, se me ofrecen, y nunca se niegan cuando les digo que eso eleva el costo", revela el entrevistado.
Mario sabe bien de los peligros del SIDA. "Eso me preocupa, por eso me aseguro bien antes de brindar el servicio sexual, no me dejo llevar por el momento, estoy a cada rato en el médico, haciéndome exámenes y siempre uso preservativos".
Mario nos comenta un poco atribulado que una vez le dijeron a la mamá que lo vieron saliendo de un hotel. "Hago esta vaina por necesidad, es bastante lucrativo... esa vez de hacerle en trabajo a una clienta europea, salí de la ponchera con mil palos, pero aquella vez que la amiga de mi mamá me vio y luego ella me dijo, no supe que hacer, me dio mucho dolor... Esa noche no pude dormir, , no se que haría si mamá se entera".
Este joven reveló que tiene una cuenta en el banco donde guarda el dinero que se gana
¿Alguna vez dejarás el negocio?. "Yo mismo me hice una promesa: esta vaina la dejo apenas tenga lo suficiente para terminar mis estudios y para casarme".
Mario comenta que no le molesta ser llamado prostituto: "No'mbe, tranquilo... eso es lo que soy, al principio me molestaba escuchar esa palabra, pero pienso que después de un tiempo, lo de los masajes es como una compañía fantasma, las clientas ya saben que es lo que es".
SEXO SIN CONTROL
Crítica contactó al Dr. Carlos Rodríguez, de la Dir. Metro. de Salud, quien reveló que actualmente la entidad no tiene controles de salud para los hombres que venden sexo, .