Desde 1980, las calles de Panamá se han convertido en autopistas para autos modificados y deportivos, que realizan regatas para demostrar la potencia y velocidad de sus máquinas. Hoy en día, las regatas continúan, pero ahora por dinero.
En el pasado, las regatas iniciaron en la Avenida Balboa y en Calle 50 en distancias cortas. La construcción de nuevas carreteras ha expandido las carreras clandestinas al Corredor Sur, por el área de Don Bosco, los alrededores del centro comercial de Albrook e incluso en Amador, aumentando las distancias de los recorridos.
Para muestra un botón. Hace una semana hubo una regata en la que el joven hebreo Jack Gazal Michaan, murió en Calle 50. La carrera se inició en Amador y se nos informó que en la misma había dinero de por medio, aunque se desconoce el monto.
Para Alejandro Quintero, ex corredor de carreras profesionales y propietario del taller Imola Racing Shop, dedicado a la mecánica en general de autos y modificaciones, en la capital hay siete locales que realizan estos trabajos.
Según Quintero, las modificaciones de autos se realizan tanto para los que compiten en carreras profesionales como los que corren en las calles, pero difieren una de la otra.
LOS CORREDORES
Quienes participan de las carreras clandestinas son un grupo minúsculo de personas, todos panameños, quienes cuentan con un poder adquisitivo alto. Sus edades oscilan entre los 18 a 35 años.
Algunos trabajan y como no tienen responsabilidades se pagan los gastos que conllevan las modificaciones, pero en otros casos, las modificaciones son costeadas por los padres de estos jóvenes, explicó.
De acuerdo al entrevistado, él corría en la década de los '80 por pura pasión, tanto profesionalmente como en carreras clandestinas, pero hoy día los motivos son una combinación de placer y de apuestas de dinero.
Incluso comentó, que ha escuchado que existen mujeres, quienes se dedican a las carreras clandestinas y otras chicas acuden a ver las regatas.
Las mismas inician aproximadamente a las 11:00 p.m. en adelante desde el jueves hasta el fin de semana.
LOS ARREGLOS
Según Alejandro Quintero, cualquier auto puede ser modificado. Los gastos de modificaciones van desde B/.500 a B/.20,000 y pueden sobrepasar ese precio.
Las modificaciones que se efectúan son en el motor, en el torque, suspensión y en la transmisión.
El torque que es la fuerza que genera el motor en kilometraje y se traduce en velocidad.
La suspensión trata sobre la estabilidad de los autos, la cual es reforzada en autos con mayor potencia. En el motor se trabaja la potencia.
La transmisión es lo que le da velocidad a los vehículos y se emplea para carreras profesionales. Los aficionados a las carreras de calles no cuentan con transmisiones especiales.
De igual forma, también se le colocan a los autos un gas nitro que al mezclarse con la gasolina aumenta la potencia y caballaje, pero también daña los vehículos rápidamente, porque lo usan constantemente cuando corren. Este elemento se emplea con inyectores que son accionados cuando la máquina está corriendo para ir más rápido, detalló la fuente.
También se les agrega un "intercooler" para enfriar la máquina, pues el recalentamiento motivado por la gran potencia, debe ser controlado y evitar que se recaliente.
La inclusión de accesorios a los autos puede tomar desde varias horas hasta días, dependiendo de que tan complejas son las modificaciones.
Las piezas en su totalidad son importadas de Estados Unidos. Ninguna es confeccionada en Panamá.
¿DONDE CORRER?
Las autopistas Arraiján-La Chorrera, los corredores Norte y Sur, así como en las vías Interamericana y Panamericana sólo se puede manejar hasta 100 kilómetros por hora. La autopista de Río Hato es la única apta para carreras y aun así sus infraestructuras presentan malas condiciones.
REGATA MORTAL
Los autos involucrados en la regata que terminó con la muerte de un joven de 23 años, el domingo 27 de junio, en Calle 50, fueron modificados, según las investigaciones.
El Nissan 350 Z color negro en el que se estrelló Gazal, poseía alrededor de 280 caballos de fuerza y un motor V6-3000 de fábrica. A ello se le agregó un kit turbo a un costo de B/.13,000, el cual aumentó la velocidad y la potencia del vehículo. El trabajo duró una semana.
Sin los trabajos realizados, el auto corría a gran velocidad, pero un kit turbo aunado a las calles deterioradas de Panamá, pueden causar trágicos accidentes, comentó Quintero.
Igualmente el Toyota Supra rojo, destruido poseía de fábrica dos turbos, 280 caballos de fuerza, aproximadamente con intercooler.
Su conductor Kenyi Tatsuro Odai, de 28 años, panameño de origen japonés, sobrevivió. Varios conocidos de él, señalaron que Kenyi no acostumbraba a correr y no saben por qué decidió hacerlo esa noche. Se dice que no quiere hablar sobre el tema.
Es propietario de un lava auto ubicado en Vía Brasil y reside en Paitilla.
Los curiosos que estaban en el lugar del accidente comentaron que un bus se les atravesó, originando el accidente.
Más tarde se conoció mediante informes suministrados por una fuente de la Policía del Tránsito que un tercer vehículo estuvo involucrado en el accidente. Se trató de un panel blanco con placa 302629, que conducía Jacinto Mateo, de 43 años.
La otra versión que cobró más importancia es que los autos corrían por la recta de Calle 50, a la altura de la compañía de autos BMW y colisionaron entre sí puerta con puerta, y por la alta velocidad que llevaban perdieron el control y se estrellaron.
LAS SANCIONES
A raíz del fatal accidente que causó grandes daños materiales y cobró la vida de uno de los responsables, el director de la Policía Nacional, Carlos Barés propuso el decomiso de autos y la cancelación de licencias hasta por 10 años. También se refirió sobre el incremento de las multas, pues en la actualidad sólo le causan "cosquillas" a los jóvenes que compiten en dichas carreras.
Crítica conversó con una unidad de la Policía de Tránsito y éste señaló que cuando los jóvenes son perseguidos y detenidos son boleteados, sin embargo, en otras ocasiones no logran atraparlos por la velocidad de sus automóviles.
Desde que se instaló una patrulla todas las noches en la Avenida Balboa, ya no se realizan regatas en ese lugar, dijo la fuente, pero buscan otras vías como Calle 50.
En un recorrido que Crítica realizó por algunas de las principales avenidas de la ciudad capital no se observaron autos corriendo, puesto que el accidente del domingo pasado, parece haber calmado a los conductores de estas actividades por el momento, y la Policía de Tránsito realiza operativos. Sólo se notó uno que otro carro corriendo a discreción a gran velocidad, pero en la vía Ricardo J. Alfaro.