Un regio espectáculo resultó para el público aguadulceño y visitante el gran desfile de carretas, grupos típicos, empolleradas, diablicos, toritos guapos que este año logró una buena organización de parte de la Junta de Festejos de Aguadulce.
El domingo 27 que se mantuvo fresco todo el día, después de una pasajera lluvia, mantuvo durante unas tres horas a una numerosa concurrencia a ambos lados de los dos paños de la Avenida Rodolfo Chiari, que apreció esmeradas presentaciones autóctonas, saturadas de alegría, colorido y música folclórica.
A lo largo de su recorrido las diversas delegaciones distribuían tamales, "queques", chichas, dulces, bollos con chicharrón y otras preparaciones caseras, rememorando aquellos prácticas de antaño, cuando con las griterías a caballo, ¡San Juan!, ¡San Juan! ¡San Juan!, los festejantes eran obsequiados en las casas con alimentos caseros de la ocasión.
Adultos, niños, reinas procedentes de barriadas, calles, escuelas o grupos patrocinados por el comercio local, así como los parranpanes, diablicos sucios y limpios de Parita o el torito guapo de Antón aplicaron con sus cadencias el toque festivo propio de nuestra tierra adentro, demostrando a quien estuvo allí, que es un orgullo ser panameño.