El ex general golpista paraguayo Lino Oviedo se entregó a la policía de su país tras permanecer cinco años en el exilio, para cumplir una sentencia de 10 años de prisión por sublevación.
Siete oficiales de la policía de choque lo esperaban en una de las mangas del aeropuerto Silvio Pettirossi, en donde un agente le leyó sus derechos y le pidió que lo acompañe, mientras sus seguidores daban voces de ánimo, en medio de una marea de periodistas y reporteros gráficos.
Oviedo, de 61 años, debe cumplir la condena penal militar por intentar un golpe de Estado contra el ex presidente Juan Carlos Wasmosy, en 1996.