El proceso de paz con los paramilitares podría tomar giros inesperados e, incluso, fracasar, después que el presidente Alvaro Uribe excluyera de la mesa de negociaciones a dos jefes de esos grupos y ordenó su detención, sospechosos del secuestro de un ex senador, afirmaron fuentes gubernamentales y analistas.
El ex senador José Eduardo Gnecco fue secuestrado junto con familiares, que fueron liberados el martes, incluso su esposa y tres hijos, pero el dirigente político sigue cautivo.
Uribe tomó la decisión de no aceptar que avance el proceso de paz con Rodrigo Tovar Pupo, Hernán Giraldo Serna y su organización. Ambos son jefes de la zona en que ocurrió el plagio.