Manuel Antonio Noriega deberá mañana enfrentar otro proceso por lavado de dinero.
El ex hombre fuerte de Panamá, detenido ahora en la prisión francesa de La Santé, deberá estar en un tribunal de París para enfrentar cargos por el blanqueo de 2.3 millones de euros, que según la fiscalía provenían del cártel de Medellín.
Noriega derrocado tras la invasión del 20 de diciembre de 1989, fue condenado a 40 años de cárcel por la justicia estadounidense, pena que le fue reducida a 17 años.
Las aspiraciones de Noriega es lograr la absolución en Francia, para luego gestionar su repatriación de Panamá, donde tiene condenas pendientes por más de 60 años.
Sin embargo, el ex general y ex jefe del G-2, sabe que no estará mucho tiempo en una cárcel panameña, ya que una ley permite que los procesados mayores de 70 años cumplan sus condenas bajo arresto domiciliario.
Pero su repatriación de Francia a Panamá depende de una autorización previa del gobierno de Estados Unidos, que tendría la última palabra sobre el destino de su antiguo colaborador.
Noriega ya tiene 76 años y como agente de la CIA guarda muchos secretos que hasta ahora no ha revelado, su retorno a Panamá será una decisión de alto nivel y deberá involucrar algún compromiso del propio ex general, para mantenerse quieto y no intentar revolver cosas del pasado que puedan poner en aprietos a muchos en muchas partes del mundo.