Para mí que el señor Presidente de la República perteneció al tenebroso grupo de niños que una vez destetados rechazaron la mamadera y atentaron violentamente contra cualquier "chicle" pegado al piso, metiendóselo a la boca a la velocidad de un rayo.
Un grupo importante de estos "pelaítos" muere de viejos con unos comportamientos exclusivos; la mayoría de las veces positivos para la humanidad. Por ejemplo: no dejan que el arroz haga "concolón", que el ñame del sancocho se ablande y les encanta orinar caminando. Son desesperantes.
Casi todos sabemos lo extremadamente boba que es la hermosa democracia panameña y eso viene desde muy atrás. Por eso me doblo de la risa, con las pretensiones del Presidente en cambiar legalmente la conduerma corrupta junto a la artritis gubernamental que nos está matando. El cambio debe gestionarse aún sea a punta de morcillazos.
En Panamá se cumplen décadas perdidas por tolerar más de la cuenta a: Ñángaras, "ratas de alcantarillas" y corruptos visibles haciendo olas en universidades, sindicatos e instituciones. Esta clase de "chingongos" malévolos se organizan a las mil maravillas y de la noche a la mañana paralizan o se apoderan de cualquier institución sin importarles que los dueños somos la mayoría que pagamos impuestos directos e indirectos. Aquí existen decenas de ONGS, bajo el conocido cuento inglés de "sin fines de lucro", infiltradas por comunistas que juran que a los restos de Lenín le amanecen crecidos los pelitos de la nariz y de las orejas. Lo más críticos de las reformas aplasta ñángaras no está en la eliminación de la efectividad de las huelgas, ni eliminar la obligatoriedad de la cuota sindical. Lo tétrico está en eximir de los impactos ambientales aquellos proyectos declarados de interés social.
Uno de los "chingongos" que debemos recoger del piso es la educación para que se convierta en el gran motor social de nuestro desarrollo, pero en vez de esas gestiones, escuchamos el ruido de vuvuzelas africanas pregonando millones de dólares para corredores, metros y juegos amateurs.