Dos meses después de rechazar la oferta de la Asociación Inglesa para sustituir como seleccionador al sueco Sven Goran Eriksson, el brasileño Luiz Felipe Scolari librará en cuartos de final una guerra de estrategias con el hombre de quien pudo ser sucesor.
El partido Inglaterra-Portugal, el primero de julio, devolverá a Scolari los recuerdos de su reciente negociación y su posterior renuncia a la oferta tras comprobar las consecuencias que lleva aparejadas.
La sola posibilidad de que Scolari fuera el sucesor de Eriksson convocó ante su casa a una nube de periodistas y fue tal el revuelo de cámaras que el técnico brasileño experimentó una invasión de su vida privada y cambió de planes.