La parte superior del cráneo del pez bagre, que se asemeja a un extraño crucifijo, se ha convertido en una artesanía vistosa en El Valle de Antón.
El pez ha sido adaptado por los esposos Urriola en una artesanía, que se exhibe en el Serpentario de El Valle de Antón, además de serpientes tropicales como atracción a cientos de turistas.
Al llegar al serpentario, además de las serpientes, a los turistas les llama mucho la atención una gran cruz y sobre ella un cristo, pero lo extraño es que resulta ser la parte superior del cráneo del pez bagre, algo que atrae a quienes son y no son creyentes de Dios.
CRUCIFIJO
Mario Urriola, biólogo residente en El Valle, señala que a él y a su esposa Marielena les regalaron en El Salado de Aguadulce el crucifijo, que resultó ser la parte de adentro de la mandíbula de un pez bagre.
Explicó Mario que junto a su esposa utilizaron este gran crucifijo durante la Semana Santa, mismo que impresionó a los turistas, quienes se tomaban fotos. Por ello, decidieron seguir con este arte que impresionan a los creyentes religiosos.