Conocida también como Fiebre de los Pantanos, es una enfermedad infecciosa, transmisible propia de los Équidos, y que justamente se observa en cualquier lugar donde existan caballos.
La Anemia infecciosa equina es una enfermedad producida por un lentuvirus de la familia Retroviridae y ataca a todas las razas, sexo y edades dentro de la especie equina. Puede transmitirse por transferencia de células sanguíneas desde un caballo infectado a otro.
Las yeguas pueden infectar a sus potrillos in útero, lo que hay que tener un estricto control de todos los animales de la finca realizando pruebas esporádicamente. Se recomienda realizar por lo menos dos pruebas al año, no obstante las pruebas de laboratorio tienen un período de vigencia de tres meses y se requiere mantener vigente estos resultados para poder movilizar los animales dentro del territorio nacional.
CUALIDADES DE LA ENFERMEDAD
Esta enfermedad se caracteriza por una evolución crónica con períodos de agudización, con fiebre, abatimiento, anemia y edemas.
Los principales transmisores son los tábanos, los mosquitos del género Stomoxys, Aedes y Anofeles, además puede darse por vía mecánica a través de agujas e implementos quirúrgicos infectados de animales positivos.
En el animal pueden aparecer síndromes específicos según sea el órgano afectado (síndrome hepatorenal, síndrome intestinal). Su período de incubación puede oscilar entre una y tres semanas. Adicional puede desarrollarse de una manera súbita y culmina con la muerte del animal.
COMO PREVENIRLO
En cuanto a la profilaxis, podemos señalar que esta se hace a través de la eliminación de los animales infectados, con el control de mosquitos (fumigación), material contaminado y sobretodo con un control de movilización de animales que entran y salen de la finca.
Se debe sospechar de la Anemia infecciosa equina, sí el animal presenta antecedentes de pérdida de peso, acompañados de fiebre periódica o si varios caballos de un grupo desarrollan signos similares después de la introducción de nuevos animales en el rebaño o de muerte de un caballo que se alimenta de pastos. Siempre que se determine mediante pruebas de laboratorio la presencia de la enfermedad, el animal infectado debe retirarse de inmediato y aislarse del resto de los equinos.
PRESENTE DESDE 1843 UNA PRUEBA DIAGNOSTICA
La anemia infecciosa equina fue identificada por primera vez en Francia en 1843 y diagnosticada en los Estados Unidos en el año 1888.
