El presidente de EU, George W. Bush, respondió a las preguntas de un fiscal que investiga la divulgación del nombre de un agente de la CIA cuyo marido había criticado a su gobierno.
Bush habló 70 minutos en el Despacho Oval con el fiscal Patrick Fitzgerald, encargado de la investigación, que es un delito pues la identidad de la agente, Valerie Plame, era secreta.
El objetivo de Fitzgerald es descubrir quién reveló su nombre a varios periodistas después de que su esposo, el ex embajador Joseph Wilson, refutó públicamente la alegación de Bush de que Saddam Hussein había tratado de comprar uranio en Níger.