Un gol de Jermain Defoe dio a Inglaterra una raquítica victoria ayer sobre Eslovenia y evitó que el equipo de Fabio Capello quedara eliminado en la primera fase de un Mundial por primera vez en medio siglo.
Eslovenia, con poco más de dos millones de habitantes y el país menos poblado de los 32 presentes en el Mundial, opuso seria resistencia un cuarto de hora. El mismo día en que se cumplían 36 años desde que Capello marcó en 1974 su único gol en la Copa del Mundo (Polonia, 2-Italia, 1), el técnico italiano encontró al equipo que había perdido en los dos encuentros precedentes.
Capello se ratificó en el esquema 4-4-2 alineando a Jermain Defoe y a James Milner en lugar de Aaron Lennon y Emile Heskey, pero no adelantó la posición de Steven Gerrard para ayudar arriba a Wayne Rooney, como le pedían los medios ingleses. Matthew Upson cubrió en el centro de la defensa la baja del suspendido Jamie Carragher.
La táctica no funcionó en los primeros minutos. Eslovenia tenía el balón y llegaba con más frecuencia al área adversaria, sin problemas, en defensa, para anular a un solitario Rooney, pero la presión inglesa fue en aumento.