El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, exigió ayer "responsabilidades" por el "desastre" de la selección en el Mundial de Sudáfrica, dio orden a sus ministros de que se encarguen de que los bleus no perciban ninguna prima económica y anunció un proyecto de renovación del fútbol de su país.
Sarkozy "pidió garantías a los ministros que los responsables asuman las consecuencias por el desastre" y solicitó que la selección nacional no reciba "ninguna gratificación financiera", declaró el Elíseo en un comunicado.