Unos seis adultos e igual cantidad de niños, del distrito de San Miguelito, viven desde hacen de 10 meses en constante peligro.
Y es que si no se ejecutan acciones inmediatas, la vivienda de la familia Cedeño colapsará en su totalidad.
Después de los fuertes aguaceros en septiembre del año pasado, la losa que conecta la casa con la calle principal, y el muro de contención se desplomaron, a consecuencia de la concentración de agua y fuertes corrientes de la quebrada que los rodea.
A partir de ese momento, Doris Cedeño, propietaria de la vivienda, junto a sus hijos, nietos y yernos piden a Dios que los guarden y que un alma caritativa finalmente se apiade de su situación.
"Nuestras vidas han cambiado y permanentemente el temor nos invade", indicó la entrevistada. "Ya para poder trasladarnos de la casa a la calle, lo hacemos a través de viejos tablones que hacen las veces de puente, o desde los accesos que permiten nuestros vecinos cercanos".
Dijo que la preocupación aumenta, ya que pasa el tiempo, sigue lloviendo y una gran parte de la estructura sigue erosionando.
"Mis pequeños nietos (algunos de meses de nacidos), no conocen el peligro y pueden accesar hasta la parte frontal de la casita y caerse a la quebrada. ¡Dios no lo quiera, y los proteja!", exclamó Doris.
Reconoció que las autoridades municipales, el Ministerio de Obras Públicas y el representante del corregimiento Amelia Denis de Icaza, Nicolás Barrios, han efectuado donaciones de materiales, pero lo que cuestionó es el tiempo que han tomado para que la ayuden a levantar nuevamente la losa y el muro de contención.
"He recorrido y tocado las puertas de las instancias correspondientes y han escuchado mi petición, vuelvo y lo acepto, sin embargo necesito para la tranquilidad mía y demás miembros familia, que las cuadrillas del municipio y del MOP inicien los trabajos".