Yo sé que nunca podré ser Presidente de Panamá, porque para eso hay que tener millones y estar envuelto en la politiquería que tanto detesto. Pero a veces me pongo a pensar sobre lo que hubiera hecho si fuera Presidente. Sé que estoy perdiendo el tiempo, pero comprendo que muchos panameños anidan el deseo de trabajar por su patria.
Sin ir muy lejos, si yo hubiera sido Presidente en el año 99, una de las primeras cosas que habría hecho es continuar la autopista Aguadulce hasta David.
Esto es así porque la autopista es una vía de desarrollo económico. Al mejorar el transporte, aumentan las inversiones en proyectos turísticos y personales.
Así ha ocurrido con la autopista La Chorrera-Aguadulce. Numerosos proyectos para aprovechar las playas y montañas se han llevado a cabo al existir esa vía.
Por supuesto que también habría hecho caminos de producción, pero nunca se me ocurriría dejar dañar la Interamericana por hacer esos caminos, porque ambos son importantes.
La luz y el agua habrían sido prioridades de mi gobierno. Y eso lo haría desde el primer año y no en el último, porque no me hubiera interesado en usar la construcción de obras para conseguir votos a mi partido.
Me hubiera rodeado de un grupo de gente honesta y capaz. Claro que algunos serían afines a mi partido, pero nunca habría puesto a un "turro" en un ministerio, solamente porque es un leal copartidario.
Y como periodista que soy, habría tenido un excelente equipo de divulgación. Y nunca, pero nunca, me pelearía con ellos ni los llamaría "morbosos", negativos, porque no me cepillen ni digan bellezas de mi gobierno.
Recordaría el viejo dicho que indica: "por sus obras los conoceréis...".
A mis colaboradores sólo les exigiría eficiencia. Les advertiría que quien cometa chanchullos sería expulsado de inmediato y enviado a la cárcel. No importa si es pariente de algún "hinchipinche" de mi partido.
Por supuesto, si los ministros no dan la talla los cambiaría por gente capaz, y no por la hija o hijo de fulanito de tal".
Buscaría las mejores cabezas del país, para que dieran ideas para acabar con el desempleo y elevar el nivel de vida del pueblo.
Nunca pondría medidas ni nuevos impuestos que afecten a la clase media y baja, porque el país se basa en ellos.
Trataría de hacer mejor mi trabajo y cuidaría que mi vida privada no fuera motivo de suspicacias ni murmuraciones.
Eso afecta del desempeño del cargo presidencial.
Y haría todo esto lo más rápido posible, para no dejar nada al final y no andar con la excusa de que "no tengo varita mágica" para solucionar los problemas.
Sería cuidadoso en el gasto público y en los viajes que no aportan nada bueno para el país.
En fin, pensaría primero en lograr mejores días para mi país y no en el futuro de mi partido.
Por eso ¡nunca seré Presidente...! |