Unas 400 personas agradecieron la solidaridad internacional con los miles de torturados durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), en un homenaje rendido en el ex centro de torturas de Villa Grimaldi, al este de Santiago.
"Esta fue una hermosa jornada donde agradecimos a figuras emblemáticas que nos ayudaron en esos tiempos difíciles que vivió el país", dijo a la AFP Ruby Maldonado, presidenta de la Corporación Parque Por la Paz Villa Grimaldi.
El recorrido fue guiado por Rosa Elvira Lizama, Patricio Bustos y Hernán Plaza, quienes fueron torturados en los primeros meses de la dictadura.
Lizama, Bustos y Plaza narraron las experiencias vividas en la torre y en las celdas, y evocaron a sus compañeros muertos, cuyos nombres están esculpidos en el muro del recinto convertido ahora en un memorial.
Con claveles rojos y emotivas frases de cariño fueron recibidos el obispo luterano Helmut Frenz, fundador del Comité Pro-Paz, que precedió a la Vicaría de la Solidaridad y que salvó la vida a cientos de opositores a Pinochet; y el ex embajador de Noruega en 1973, Frode Nielsen, que logró liberar de los campos de prisioneros a decenas de presos políticos.
Según organismos humanitarios, los 17 años de la dictadura de Pinochet dejaron unas 3.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos. |