TEMAS DE ACTUALIDAD
Y, de
pronto... ¡papá!

Raymundo A. Moore W.
Colaborador
Para felicidad
nuestra, una vez más llegó el tan esperado Día
del Padre. Y una vez más, lo de siempre... las campañas
de publicidad que invitan al consumo masivo... las compras, los
regalos, la gastadera, en fin, todo para aquel que todo lo merece...
¡Papá!. Por ello, desde este espacio aunque
tarde quiero felicitar a todos los padres, incluyéndome
a mí, exhortando a la vez a que cada día perfeccionamos
ese papel social tan importante como lo es el ser Padre.
Sin embargo, hay otro sector -"padres" también-
que, en verdad, "no lo son tanto". Me refiero a esos
jóvenes que, por "accidente", hoy se ven incluidos
en las listas de los papás a quienes se les va a rendir
pleitesía. Y cuando utilizo las expresiones, "no
lo son tanto" y, "por accidente", eso quiero decir
exactamente, porque, sin quererlo, sin desearlo, de pronto, ¡son
papá!. Y estos "padres por accidente" son a
los que dedico estas reflexiones para que no sigan el ejemplo
de aquellos individuos que se convierten en conductores, que
practican el "atropello y fuga".
Porque si bien es cierto que el mundo se está moviendo
a una velocidad increíble, tecnológica, científica
y económicamente hablando, ustedes los jóvenes
que tienen que aprender, tanto qué ver y tanto qué
hacer, no veo la razón de que tengan que apurarse tanto
en querer ser papá... Recuerden la diferencia que existe
entre ser papá, y ser padre. El primero, como cualquier
varón, engendra, mientras que el último, además
de procrear, también tiene la responsabilidad y la obligación
de velar por el bienestar general de ése que luego lo
va a llamar, ¡papá!
Por lo tanto, joven panameño, tu papel como varón
no debe limitarse a probar que puedes "preñar"
a una mujer, sino, con toda seguridad, primero convencerla que
ni ella ni tú están preparados, a su corta edad,
para asumir semejante responsabilidad: y segundo, convencerla
también que no es correcto, porque no conviene ni beneficia
a ninguno de los dos, tener que irse a vivir, ya con el padre
de él, o ya con el padre de ella. Además, aunque
ustedes, tú y ella, se quieren "a morir", ello
no es suficiente, y menos en casa de papá donde ya existe
escasez, para tener que afrontar ahora gastos adicionales -triplicado-
con la llegada de ese recién nacido a lo que antes era
el santuario de sus padres.
Así que, no se compliquen la vida con el placer fugaz
de una hora de pasión, cuando el resultado final va a
ser, irremediablemente, el nacimiento de un hijo no deseado,
o un peligroso aborto que pondría a la futura madre en
el umbral de la muerte.
Y sobre todo, ¡estudien...! porque como van las cosas,
dentro de poco no habrá espacio laboral para quienes no
dominen la ciencia y la tecnología. Ya verán.
¿Papá por accidente? Ser padre es mucho más
serio de lo que ustedes creen. ¡Piénsenlo!
¡Au Revoir!
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