La segunda vuelta en Colombia no trajo sorpresa alguna. El oficialista Juan Manuel Santos, apoyado por el Partido de la U, ganó con igual contundencia que la primera vuelta, y ahora se convertirá en el próximo Presidente de Colombia.
El ex ministro de Defensa del actual mandatario Álvaro Uribe obtuvo el 69% de los votos, por sobre el 27% de su rival del partido Verde Antanas Mockus, aunque con la salvedad de que solo ejercieron el sufragio el 45% de todos los colombianos habilitados para votar.
La jornada electoral fue elogiada por la Organización de Estados Americanos como la menos violenta en décadas.
Expertos coinciden en que Santos debe agradecer a su antecesor por el amplio apoyo recibido, dado que es visto como la continuación del Uribismo.
Y aunque Uribe logró debilitar fuertemente a la guerrilla del país y reducir la violencia, a Santos le queda resolver las asignaturas pendientes del Uribismo: reducir los altos niveles de desocupación, lograr la definitiva desmovilización de las FARC, y mejorar las relaciones con los gobiernos de Venezuela y de Ecuador.
El surgimiento del Partido Verde, con Mockus a la cabeza, es un hecho interesante, ya que este movimento puede constituirse en una oposición genuina, alejada de las polarizaciones ideológicas, pero concentrada en el mensaje de legalidad que pregonó durante su campaña.