Con la mirada desafiante y las fauces abiertas parecía que esperaba la presa.
Eran las 9: 00 de la mañana del sábado cuando la imponente figura del reptil se posaba sobre el montículo de arenilla del charco que está detrás del antiguo Club Deportivo en Betania.
"¡Dios mío! ¿Otro?", expresó Arturo, un morador del área, cuando vio al animal de aproximadamente metro y medio de largo.
"¡Y tiene la panza grande!", secundó otro residente de Betania.
"Es que parece que son varios porque hace poco de aquí han sacado como tres de esos animales", explicó una señora que pasaba por el lugar y se detuvo a observar al reptil que dominaba el escenario con aires de seguridad y listo para asaltar a su presa si ésta se presentaba.
El charco, que está al final de una alcantarilla, parece un acuario ya que también alberga tortugas, las cuales en ocasiones se convierten en el plato fuerte de algún depredador que sólo deja los caparazones.
"¡Ah! Ese debe ser pariente de 'Juancho', el lagarto del cual publicaron en un diario hace tiempo", comentó un trabajador que rondaba el área.
El comentario del ciudadano acertó una nota publicada en "Crítica" en abril pasado, donde se hacía referencia a un lagarto en el mismo charco, el cual, según se dio a conocer posteriormente, fue desalojado del área, pero aparentemente, aquel reptil, al cual los vecinos asociaban al "Lagarto Juancho", protagonista de una tira cómica, no estaba solo en el charco.
TEMORES
"Seguro que ese animal no está solo. Por ahí debe tener al primo, abuelo, tío, sobrino, mujer y quién sabe cuántos miembros más de la familia", terció José Miguel, uno de los transeúntes que se detuvo a ver al reptil desde el barandal del puente.
Los vecinos comentaban que entre las malezas que rodean al charco, el animal ( o animales, porque no saben cuántos son) puede tener un nido y si esos animalitos llegan a nacer, el corregimiento estaría invadido por lagartos.
Por otro lado, el charco que se ha convertido en el hogar del pariente de "Juancho", está rodeado de monte, hábitat propicio para la cría de alimañas.
"Esto está infectado de serpientes y ahora, ¡lagartos!", se quejó José Miguel, un señor de la tercera edad que no dejaba de manifestar su asombro por el animal en el charco.
MAS PELIGROS
En las cercanías del hábitat de la familia de "Juancho", se ubica una escuelita y los vecinos manifestaron el temor de que si el reptil se levanta un día con tanta hambre, podría traspasar la cerca y alcanzar a un niño. "¡Uy! Ese bicho, facilito se come un niño", advirtió José Miguel.
¡AUXILIO!
¿Dónde está el Representante, que debería velar porque el área no tenga tanto monte y tanta basura en esa charca?, cuestionó un ciudadano de Villa Cáceres.
¿A quién le corresponde cuidar la vida de los ciudadanos con ese animal suelto?, secundó otro.
SUGERENCIAS
Una señora que junto a su hijo de 10 años observaban al animal, comentó que una solución para eliminar a esos lagartos sería secar el charco.
Por lo pronto, el reptil sigue viviendo en esas aguas negras; sale todas las mañanas a tomar el sol y cuando no lo hace en la mañana, sale en la tarde, según un morador que dice que ya se ha acostumbrado a verlo.
ATAQUE
Cuando el lente de "Crítica" se acercó al lagarto, sus ojos se oscurecieron y sobresaltaron. Sus cuatros patas se empinaron y estiró su largo y escamoso cuerpo cerrando y abriendo las fauces y en un instante no esperado, dio un salto de casi medio metro de altura para estrellar su conchoso cuerpo en el charco perdiéndose en la profundidad y oscuridad del mismo.