Miles de tropas estadounidenses e iraquíes establecieron puestos de avanzada en la parte sur de Ramadi, en un esfuerzo por cortar las líneas de suministro de los insurgentes dentro de la ciudad iraqui.
Funcionarios militares buscan obtener el control de las entradas clave a Ramadi, pero afirman que no hay planes para llevar a cabo un asalto de grandes proporciones sobre la ciudad.
Se ha urgido a los residentes en Ramadi a que no dejen sus casas.
La ciudad se ha convertido en un centro clave de la insurgencia iraquí, con áreas a las que las tropas estadounidenses no pueden entrar.
Soldados y tanques fueron apostados al sur de Ramadi, mientras que botes de la Armada estadounidense se desplegaron por el río Eufrates, señalan reportes.
"La buena noticia es que no encontramos tanta resistencia como para la que estábamos preparados", dijo el Coronel V.J. Tedesco.
"Lo que creo es que la batalla vendrá en los próximos días".
CIUDAD DE REBELDES
Por meses, ha habido rumores de que EE.UU. había estado planeando un asalto en Ramadi, comparable al asalto sobre Falluja en noviembre de 2004, señaló el corresponsal de la BBC Hugh Sykes. Miles de residentes abandonaron sus hogares y no han tenido prisa en volver.
En Ramadi viven alrededor de 400, 000 personas. La ciudad es la capital de la provincia de Anbar, que se extiende hacia el desierto al oeste de Bagdad.
La provincia ha sido un centro de resistencia desde los primeros días de la insurgencia, y muchos distritos de la ciudad se hallan bajo control insurgente.
ATAQUES EN BAGDAD
Pese a nuevas medidas de seguridad impuestas la semana pasada, la violencia en la capital iraquí continúa sin freno con un incidente reciente. Hombre armados en Bagdad, secuestraron a 10 trabajadores de una panadería dentro de un área de influencia chiíta.