Tuvo el balón durante el 63% del partido, disparó 23 veces a la portería contraria, provocó 11 córneres y perdió 1-0 contra Suiza. ¡Chuleta! El fantasma de la derrota mundialista aparece en Sudáfrica y atormenta nuevamente a su selección favorita, España.
Los analistas de corte pragmático dirán que la Roja no es mundialista, que bastante bien le fue en aquella última Eurocopa. Que no molesten, que se conformen, que están listos. Yo le daría un voto de confianza al buen equipo español.
¡Chuleta! Había olvidado que Chile venció a Honduras 1-0. Estas victorias de los rivales de España la obligan a ganar y hasta golear para pasar la fase de grupos.
Todavía hay esperanzas, España, si se despabila, tiene las herramientas para lograr esas dos victorias.
El grupo H se ha convertido en un verdadero infierno, con Honduras que quiere vender cara sus derrotas. Con Suiza envalentonada por ganarle al favorito y por un Chile que quiere seguir creciendo y que aún no alinea a su goleador, Suazo.
Parece que la mochila del favoritismo pesó en los hombres de Del Bosque. Qué difícil resulta anotar goles. Ha habido pocos, solo 25 en 16 partidos, un promedio de 1.56 por partido y eso ayudado por los 4 que anotó Alemania.
Xavi, desconocido; Torres, sin ritmo, viene de una lesión; y Villa, impreciso; fueron las claves para la derrota española. Esas mismas claves, pero de manera positiva, le servirán para salir del infierno en que se ha convertido el Grupo H. Del Bosque, en medio de las llamas, ante los periodistas declaró que: "Esto nos obliga a ganar los dos que nos quedan. El Mundial no se ha acabado."