Danaë, una de las obras maestras pintadas por Rembrandt en 1636, fue objeto de un ataque vandálico un 15 de junio de 1985. Un hombre (que luego sería declarado enfermo mental) le lanzó ácido sulfúrico a la pintura y la desgarró dos veces con un cuchillo. El proceso de restauración de la pintura no se completaría sino hasta 1997.