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El ex jefe del Ejército, general (r) Joaquín Cuadra pidió la renuncia del mandatario y una recomposición del CSE que de garantías al proceso electoral que culminará con las votaciones del 4 de noviembre. Foto AP  |
El presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, trasladó su despacho a una casa veraniega en una playa del Pacífico desde donde estaría atendiendo los asuntos de Estado, mientras la capital vivía ayer jueves el noveno día de un paro de transporte cuya solución fue delegada al gobierno municipal, informaron medios locales.
La ausencia del mandatario, cuyo paradero era desconocido hasta el miércoles, cuando fue localizado por la prensa en una casa de protocolo del balneario Pochomil, 70 km al sudoeste de Managua, fue duramente criticada por sectores políticos, económicos y medios locales.
La capital nicaragüense enfrenta desde hace nueve días una virtual parálisis de sus actividades económicas derivadas de un paro del servicio de autobuses, mientras los cafetaleros amenazan con hacer protestas por un veto a una ley de moratoria a sus deudas con la banca.
Además el Consejo Supremo Electoral (CSE) afronta una crisis interna por desacuerdos entre magistrados afines a la oposición sandinista y liberales oficialista en torno a la eventual inscripción de uno de los candidatos a la Vicepresidencia por el Partido Conservador (PC-derecha), lo que ya ha provocado atrasos en el calendario electoral.
"Imagínense, el país ardiendo y el presidente (Alemán) en Pochomil, comunicándose por teléfono; es lo que no entendemos", criticó el ex presidente Daniel Ortega, candidato presidencial del Frente Sandinista, quien el martes propuso la formación de una comisión de transición que ayude al gobierno a resolver una serie de problemas que afectan al país. "Estamos de acuerdo en llegar a acuerdos en temas de economía, que sean compartidos y den estabilidad al país", dijo Ortega a la prensa. |