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El presidente estadounidense, George W.. Bush, comenzó ayer su primera cumbre con la Unión Europea prometiendo trabajar por la prosperidad y unidad de Europa, aunque encontró discrepancias por su rechazo a un tratado sobre el calentamiento global.
Miles de manifestantes comenzaron a concentrarse ayer en la segunda ciudad más importante de Suecia, en medio de intensas medidas de seguridad, para expresar su hostilidad a un hombre apodado el "Texano Tóxico" por su negativa a aceptar el Tratado de Kioto sobre el cambio climático.
Tras arribar desde Bruselas, Bush inició de inmediato conversaciones con el primer ministro sueco Goran Persson, que ejerce actualmente la presidencia rotativa de la UE, y con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, en una mansión que data del Siglo XVIII a inmediaciones de Gothenburgo.
"El mío es un gobierno profundamente comprometido con una Europa próspera, una Europa completa y una Europa libre, y anticipamos una relación constructiva", dijo Bush al comenzar la reunión.
Prodi hizo énfasis en que los europeos desean concertar una buena relación personal con el presidente republicano, a pesar de una serie de diferencias sobre políticas.
"Esta es la primera vez (que nos reunimos), de manera que lo más importante es la química, cómo trabajamos juntos.Tenemos que trabajar juntos durante años, así que es importante cómo se siente uno la primera vez", dijo el jefe del organismo ejecutivo de la UE. |
