El Ejército pakistaní lanzó una gran ofensiva contra los combatientes islámicos extranjeros, que operan en la frontera con Afganistán.
Desde que el miércoles estallaran los enfrentamientos en el distrito de Waziristán del Sur han muerto 35 rebeldes y 15 militares.
Tropas de tierra, apoyadas por helicópteros de combate, buscan sobre todo en la ciudad de Wana a militantes que mantendrían lazos con la red terrorista Al Qaeda.
Los enfrentamientos en Waziristán del Sur se producen dos meses y medio después de que el Ejército pakistaní decidiera no utilizar la violencia contra los militantes para que se rindieran.
Sin embargo, en opinión del Ejército, los milicianos usaron esa tregua para justamente reforzarse.