Una de las imágenes más impresionantes del siglo XX fue captada un 11 de junio de 1963 en una transitada intersección de Saigón. Un grupo de monjes budistas vietnamitas en un automóvil se estacionaron en el cruce. Entonces uno de ellos, Thich Quang Duc se sentó sobre un cojín en la tradicional posición de loto y se puso en trance. Sus compañeros lo rociaron con gasolina y lo prendieron. El monje estuvo totalmente inmóvil hasta su muerte. Se trataba de una protesta por la falta de libertad religiosa en Vietnam del Sur. Esta foto, tomada por el periodista Malcolm Browne, ganó el premio Pulitzer.